Proviene de una familia de artistas: sus padres, Ginger y Scot McCartney ensayaban cada otoño durante dos meses hasta que finalmente presentaban grandes musicales en noviembre. A Jesse se le despertó el gusto por la música cuando trabajaba en el teatro de la comunidad y ese descubrimiento se extendió también a la interpretación, algo que requería una gran disciplina.
Debutó como actor en 1997 en la obra "El Rey y Yo" ("The King And Me"), representada en Broadway. A la edad de 11 años audicionó para el papel del niño de Sexto Sentido, pero falló.
Debutó como actor en 1997 en la obra "El Rey y Yo" ("The King And Me"), representada en Broadway. A la edad de 11 años audicionó para el papel del niño de Sexto Sentido, pero falló.